Objetivos Instruccionales y Cómo Redactarlos
Objetivos Instruccionales
Un objetivo instruccional puede definirse como:
- Cambios específicos positivos cognoscitivos, afectivos y psicomotores que el maestro intenta hacer en el estudiante como resultado del trabajo realizado en una lección.
- Enunciado de lo que los estudiantes podrán hacer como resultado de su aprendizaje.
- Se clasifican en cognoscitivos, afectivos y psicomotores.
Antes de redactar cualquier objetivo instruccional es necesario saber que los objetivos representan una acción por parte del estudiante y esa acción la determina el verbo en la oración. Esos verbos ya han sido clasificados tomando en consideración los 4 niveles de pensamiento al que debemos llevar a los estudiantes. Estos niveles de pensamiento han sido clasificados por Norman Webb (2007) quien para cada nivel de pensamiento ha seleccionado unos verbos claves que identificarán la acción.
De acuerdo con Webb (2007) todos los educadores deben llevar a sus estudiantes al nivel máximo de pensamiento. Este es el nivel de pensamiento extendido, el cual le permitirá al estudiante contextualizar todo lo aprendido en clase a su vida personal. Ningún educador debe mantenerse trabajando con sus estudiantes en el nivel de pensamiento memorístico, porque ese es el primer nivel de pensamiento. Interpretar los niveles de pensamiento se logra repasando los verbos que definen a cada nivel.
Estos verbos en cada nivel guían al educador con respecto a las actividades que podrá realizar con sus estudiantes mientras el estudiante alcanza cada nivel de pensamiento. Por ejemplo: Para desarrollar el nivel de pensamiento Memorístico, el educador debe realizar tareas con sus estudiantes que promuevan el definir, dibujar, reconocer, completar, parear, nombrar, seleccionar, entre otros. De igual forma realizar tareas con sus estudiantes que promuevan acciones que pertenecen a cada uno de los niveles de pensamiento. Como detalle importante se debe ir avanzando en el orden de nivel de pensamiento. Es decir, que no se debe asignar a ningún estudiante una tarea que promueva acciones del nivel de pensamiento 4, cuando aún no se han asignado tareas que promuevan acciones de los niveles de pensamiento del 1 al 3. No es posible que un estudiante pueda investigar, evaluar, diseñar, generalizar o producir, si no ha sido capaz de visualizar, explicar o analizar. Por tanto, todas las acciones representadas por los distintos verbos en cada nivel de pensamiento deben realizarse en ese orden y las tareas para los estudiantes deben estar alineadas al orden del Nivel de Pensamiento.
No tomar en consideración las acciones (verbos) de cada nivel de pensamiento y su orden, trae como consecuencia el fracaso de los estudiantes ya que se les estaría exigiendo una destreza elevada a la cual no se les ha preparado previamente con destrezas más simples de niveles de pensamiento más bajos. Basta con observar la definición de cada nivel de pensamiento para demostrar que existe un orden en las actividades que realizarán los estudiantes, ya que las tareas o destrezas van de lo simple a lo complejo.
¿Cómo Redactar un Objetivo Instruccional?
Redactar objetivos instruccionales es más fácil de lo que se piensa. Existe una Mnemotécnica que ayuda a recordar el orden en que deben estar redactadas las palabras. Esta técnica se conoce como ABCD. Cada letra tiene un significado. Estos significados son:
1. A (Audience) - Representa la audiencia. Generalmente es el estudiante.
2. B (Behavior) - Representa el comportamiento. Lo que el estudiante realizará en la tarea o destreza.
3. C (Condition) - Representa la condición. De qué forma o cómo el estudiante logrará la realización de la tarea o destreza.
4. D (Degree) - Representa el grado. El por ciento de ejecución en la tarea a realizar.
Para redactar cada objetivo se debe hacer referencia a los verbos que describen procesos cognoscitivos, afectivos y psicomotores. Una vez se identifican los verbos, se redacta el objetivo siguiendo el orden ABCD. Es decir, redactando la audiencia (el estudiante), el comportamiento (verbo), el cual se escribe en tiempo futuro, condición (mediante que cosa ...) y grado (por ciento de ejecución). Si se omite la audiencia entonces el verbo se redacta en infinitivo (terminación "ar, er, ir"). En ocasiones, el por ciento de ejecución no se escribe. Se debe recordar siempre que los verbos utilizados sean medibles, por lo que hacer uso de la Taxonomía de Norman Webb y Taxonomía de Bloom será recomendable.
Referencias:
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