Una Promesa
Una promesa, hay que cumplirla... Un buen día una joven se estrenó como maestra de matemáticas de nivel secundario, impartiendo clases a estudiantes de grado 7, 8 y 9. Aún teniendo la preparación académica que requería, enfrentó retos, tristezas, frustraciones, pero aparecieron las alegrías y también logros según avanzaba en su experiencia. Con el tiempo se identificó plenamente con la adolescencia y lo retos que enfrentan los adolescentes en su etapa más dramática de su desarrollo físico, mental y emocional. Una etapa de formación que se confunde con rebeldía pero más bien es una etapa de exploración, descubrimiento y adaptación que cuesta aceptar para vivir en una sociedad con normas y leyes, para el logro de una sana convivencia. Durante su labor como educadora hizo promesas a sus estudiantes tales como: si obtienen buenas notas en el examen, habrá chocolates. Si adelantan el material de estudio, los minutos restantes podrán compartirlo con sus compañeros, entre otras